Como si tuviéramos oportunidad de elegir hoy casi no me levanto de la cama, y así como literalmente entiende usted querido lector, casi casi pateo el tablero del lunes. Con baja presión, alta humedad y una temperatura cuasi al nivel de un país tropical, recuerdo desde mis aposentos que mis queridos 28 ya no son los rebeldes 22 que me contenían durante los viernes, sábados y domingos.
y así, casi sin vacilar di vueltas en la cama queriendo retroceder las manecillas del reloj, que cuelga sobre la pared manchada de esa humedad ambiental que realmente sofoca el aire escaso de la habitación. Momentos en los que pienso que tal vez el presidente Evo necesita ayuda voluntaria part-time, aunque la voz mandona que escuche no sea del presidente boliviano, si no, mi madre pidiéndome que me levante, que se me esta haciendo tarde y todo lo que le dice una madre a un hijo entrado en años cuando tiene alguna falencia de responsabilidad matutina.
MM (Mama Mirta): Nelson, no se te hace tarde hijo?
HN(Hijo Nelson): No mama, soy gerente y llego a la hora que se me cante
MM: Anda caradura, si vos no sos gerente y creo que al tuyo le va a importar un poquito mas que a vos que llegues a la hora que se te cante.
HN: ...
En fin, es cierto eso que un padre siempre quiere lo mejor para su hijo, pero hoy a mi me chupa todo un huevo.
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