Después de una larga búsqueda, al fin logre conseguir el "Mate Mágico".
Y así como si nada se sumo al cada vez mas alargado viaje al trabajo, con solo agregarle medio litro de agua azucarada y yerba mate en su tapa me aseguro un calido compañero de rutina. Ya que no acostumbro dejar un margen entre la alarma matutina y el arranque cósmico (sonaba lindo), desayuno en el camino. Es inevitable acoplarnos a la rutina, aunque la detesto, trato de hacerla acogedora. Y no solo el mate, también se necesita compañía, y como el intento fallido de solidarizarme con el publico usuario del transporte convencional no duro mas de 3 meses(el bólido no cumplía con las necesidades de los usuarios, y me colgaba con los horarios) de a poco me hice oyente de un personaje, o mejor dicho de varios. Peña (Fernando) derrocha sarcasmo por donde se lo oiga, pasando de un travestí cholulo a un tachero hijo de inmigrantes italianos, un puto, un monseñor, un villero, un locutor mexicano, entre otros.
Un tipo que se lo quiere y se lo odia a la vez, y acompañado por tres astutas
personas (Juan, martin, diego) que le hacen el aguante cuando el puto rebalsa
de histeria y no se le canta ir a laburar. No hay forma para describir lo que produce escucharlo, por momentos traslada la realidad convirtiéndola en su mundo sin importar la opinión de los demás.
Hoy venia escuchándolo desde el principio (Gracias Narni!! te amo cada día mas) ya que generalmente arranco después de 7:30 y el programa da comienzo a las 7, y hablaba de la critica de la gente, que es una mierda, que la gente envidia a "la loca" como triunfa y se hace participe social de la vida de los argentinos. Yo particularmente lo escucho por un solo motivo y creo que los demás lo hacen bajo el mismo concepto, las cosas en común con la personalidad de este ser hiperquinetico. Lo bueno y lo malo de lo que llevamos dentro y de ahí viene su odio (el de la gente). Peña te recuerda lo bueno y lo malo que somos, nuestras propias aberraciones, el las pone frente al micrófono de una manera muy limpia (acá ya la complique explicando, pido disculpas) desde su ironía y su ternura.
Pero no todos pueden comprender, no hay capacidad de vision en el común de la gente. Siento un poco de lastima por algo, su consumo de coca le esta limando y por momentos se le nota. Y así querido lector le explico como nos aferramos a la maldita rutina, queriendo a un puto lindo.
Y así como si nada se sumo al cada vez mas alargado viaje al trabajo, con solo agregarle medio litro de agua azucarada y yerba mate en su tapa me aseguro un calido compañero de rutina. Ya que no acostumbro dejar un margen entre la alarma matutina y el arranque cósmico (sonaba lindo), desayuno en el camino. Es inevitable acoplarnos a la rutina, aunque la detesto, trato de hacerla acogedora. Y no solo el mate, también se necesita compañía, y como el intento fallido de solidarizarme con el publico usuario del transporte convencional no duro mas de 3 meses(el bólido no cumplía con las necesidades de los usuarios, y me colgaba con los horarios) de a poco me hice oyente de un personaje, o mejor dicho de varios. Peña (Fernando) derrocha sarcasmo por donde se lo oiga, pasando de un travestí cholulo a un tachero hijo de inmigrantes italianos, un puto, un monseñor, un villero, un locutor mexicano, entre otros.
Un tipo que se lo quiere y se lo odia a la vez, y acompañado por tres astutas
personas (Juan, martin, diego) que le hacen el aguante cuando el puto rebalsa
de histeria y no se le canta ir a laburar. No hay forma para describir lo que produce escucharlo, por momentos traslada la realidad convirtiéndola en su mundo sin importar la opinión de los demás.
Hoy venia escuchándolo desde el principio (Gracias Narni!! te amo cada día mas) ya que generalmente arranco después de 7:30 y el programa da comienzo a las 7, y hablaba de la critica de la gente, que es una mierda, que la gente envidia a "la loca" como triunfa y se hace participe social de la vida de los argentinos. Yo particularmente lo escucho por un solo motivo y creo que los demás lo hacen bajo el mismo concepto, las cosas en común con la personalidad de este ser hiperquinetico. Lo bueno y lo malo de lo que llevamos dentro y de ahí viene su odio (el de la gente). Peña te recuerda lo bueno y lo malo que somos, nuestras propias aberraciones, el las pone frente al micrófono de una manera muy limpia (acá ya la complique explicando, pido disculpas) desde su ironía y su ternura.
Pero no todos pueden comprender, no hay capacidad de vision en el común de la gente. Siento un poco de lastima por algo, su consumo de coca le esta limando y por momentos se le nota. Y así querido lector le explico como nos aferramos a la maldita rutina, queriendo a un puto lindo.
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