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viernes, 13 de febrero de 2009

Vos Fuma!

La familia no se elige, eso no se discute bajo ningún punto de vista.
Los que se eligen son los amigos, novias/os y compañeros múltiples de la vida (no puse amigas por que de ese tema hablare en otro momento querido lector), pero resulta que nuestra condición hacia los demás pone en juego la calidad de nuestras relaciones (si, si, de eso se trata, de complicarla)y si bien siempre nos vamos a relacionar, considero que si una persona no puede estar bien consigo mismo, menos lo va a estar con el entorno o las personas que sientan afecto por esta. Considero que lo mas valeroso en una relación es lo que se comparte, los mismos objetivos y deseos. como las salidas los sábados cuando jóvenes, un partido de play, una comida y hasta las mismas ambiciones. hasta acá todo bien, vamos y venimos como panchos por nuestra vida, salimos, organizamos, reímos, lloramos.
Las pruebas son fundamentales para determinar el valor de lo que se tiene (fuaaa, me salió un proverbio), y me refiero a un o a una seguidilla de hechos relevantes que ponen en marcha una parte de nuestro cerebro que pende de hilos muy finos que se van tensando hasta llegar al equilibro, claro esta que en la practica ese equilibrio dura muy poco. Pero cuando esto pasa (y a esta altura ya me llego el agua hasta el cuello y ahora no se como salir) es en ese momento cuando realmente nos valemos de nuestras almas mas cercanas.
Supongamos que un amigo pierde a su pareja (cuando digo "pareja" me refiero a una relación de mas de un año), no vienen al caso los motivos, como pasa en varias oportunidades, uno de ellos, en este caso nuestro amigo, considera que el fin a llegado en el momento indicado y es mejor que cada cual siga por su lado, hasta ahí todo bárbaro o casi una barbarie.
Pero como todos a esta altura debemos saber, cuando uno decide compartir su vida con alguien, es como firmar un pagare por el 50 % de nuestra integridad emocional y cuando se termina, ese pagare anda a reclamárselo a magoya(si ya se, es un ejemplo de mierda) y en ese momento es cuando nos convertimos en el papel tisue del destino. ese es el momento justo cuando recibís comentarios y consejos de todo tipo, cercanos y no tan cercanos se convierten en ángeles y verdugos, y nuestra preciada alma vaga por las aguas de la incerteza. El orgullo, el perdón, la desdicha, y por sobre todo ,la duda alberga en nuestro interior, esta en ellos, en nuestros queridos amigos y compañeros de ruta, brindarnos la contención y la seguridad de que mañana va a ser todo mejor y que la vida continua. Claro esta que debemos aprender de nuestros errores y demostrarnos que somos humanos para poder limpiar el camino y continuar hacia adelante.

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